Atlas era, según la mitología griega, un titán condenado a la tremenda tarea de sostener el mundo sobre su espalda. No sabemos si fue por este titán o por un rey libio que se llamaba igual, pero Gerardus Mercator, en 1595, fue el primero en llamar “atlas” a un libro de mapas.
Este, sin embargo, no es un libro de mapas común y corriente. No tiene tantos mapas; lo que tiene son muchas anécdotas de la ciencia. Esas cosas que no entran en los papers porque no son parte del quehacer duro de la ciencia y que no entran en los libros de historia porque son más anecdóticas que otra cosa. Curiosidades, si se quiere, chequeadas por una historiadora, un científico y narradas por Carba.
128 páginas.