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Descripción

«A veces perdida en la bruma de la historia, lo cierto es que hace treinta años la Argentina reformaba por última vez su Constitución Nacional. No deja de ser revelador que haya tenido mayor suerte en la memoria popular el Pacto de Olivos, artífice de la primera y, a la vez, metáfora perfecta de un acuerdo cupular por parte del sistema. Este libro de Tomás Aguerre recupera ese instante clave en la historia política argentina. Después de muchos años de vaivenes y caídas, la economía acumulaba algunos pocos de crecimiento, estabilidad cambiaria y exclusión social. El menemismo ya no era una sorpresa. Era la síntesis de una gobernabilidad neoliberal que necesitaba continuidad política: la reelección. Y encontraba del otro lado, en la parte derrotada, un contrincante con quien acordar. En un presente donde el sistema parece roto, acá se lo ve funcionar. Con tensiones, pero con múltiples vasos comunicantes entre las personas de la política. El bipartidismo, revalidado desde el regreso democrático, es la base material de la reforma y, a la vez, su despedida: surgen en la misma elección de los constituyentes terceras fuerzas potentes a izquierda y derecha El Modin y el Frente Grande . Peronismo y radicalismo ya no iban a alcanzar para explicar todo el mapa político nacional. En esta crónica también están los otros efectos de la nueva carta magna: la creación de un poder todopoderoso en la Capital Federal, el tercer senador por la minoría, la federalización de los recursos naturales, un nuevo estatus a los derechos humanos, etcétera. Pero, como dice el autor, a modo de balance y expectativa política para los años venideros, la invitación a abrir en conjunto un nuevo proceso de reforma constitucional, tomando las enseñanzas de los anteriores, puede resultar un punto de partida para construir un nuevo horizonte en común. Aunque no parezca, nuestro presente tal vez sea el momento ideal para semejante desmesura». Federico Vázquez