Desde un luchador que a los 38 años, enfrentado a las limitaciones que le plantea la edad, debe asumir el ocaso de su carrera y el vacío que supone el después; hasta una mujer que luego de años se cruza en la calle con el hombre que, en un pasado que creía lejano, la entregó a las personas que la secuestraron para vengarse de su marido. Hombres y mujeres que, invadidos por una vieja tristeza, o por lo que sea que vuelve al mundo un lugar hostil e inexplicable, solo parecen poder ocuparse de su propia herida. Un libro con aire cinematográfico y una prosa austera y potente, que consigue capturar un mundo de crudeza y sordidez.