"Diccionario de ruso es todo lo que los otros diccionarios no son, una especie de desquite lexicogáfico en forma y contenido. No es una obra para buscar, sino para encontrar. Nos cuenta dónde viven y respiran las palabras encontradas, que es en las páginas, no de los diccionarios, sino de cuentos o novelas, en los dibujitos animados, en las películas, en los diálogos en un museo, y así les devuelve el aliento. Esas palabras que no nos hacía falta (de qué nos servirá dominar la designación de una piedra horadada por el viento o lo que queda del tronco cuando se lo tala) son las que mayor felicidad nos causan". (Vicky Boschiroli)