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Descripción

Los cambios tecnológicos de los últimos años han transformado la atención en un verdadero campo de batalla. Desde diversas plataformas digitales, una sobrecarga de información compite por captar nuestra mirada por instantes cada vez más breves, minando de manera drástica nuestra capacidad de concentración. La influyente historiadora y crítica de arte contemporáneo Claire Bishop analiza esta condición prescindiendo de toda actitud melancólica. En lugar de lamentar las dificultades para la contemplación sostenida como una batalla perdida, se pregunta de qué manera las mutaciones recientes en el campo de la comunicación digital han cambiado también nuestra manera de ver arte y qué nuevas prácticas artísticas han emergido como resultado.

Bishop plantea que tanto la idea de una percepción supuestamente “normal” como la entronización de la contemplación estética y la completa absorción de los espectadores en la obra son construcciones históricas cargadas de sesgos raciales, de clase y de género. Y revela de qué manera nuevas prácticas artísticas vinculadas a la danza y la performance están dando cuenta de la aparición de una interacción “híbrida”, mediada por la tecnología, que es afectiva (en lugar de intelectual) e interpersonal (en lugar de individual).

Al igual que en libros ya clásicos como Infiernos artificiales, donde se ocupó de las potencialidades políticas de formatos artísticos como el arte participativo y las instalaciones, aquí Bishop reivindica la capacidad de la crítica para identificar nuevas prácticas estéticas y trazar las genealogías de su aparición. Con agudos comentarios sobre obras de artistas como Ai Weiwei, Tania Bruguera, el colectivo multidisciplinar Arquitectura Forense y el grupo feminista Pussy Riot, reconoce un nuevo panorama caracterizado por instalaciones repletas de documentos de archivo, exhibiciones de performances de larga duración, intervenciones abruptas (y viralizables) en instituciones políticas, y pondera qué posibilidades despliegan en el contexto de una nueva economía de la atención.