Insertos en el territorio lingüístico de Borges -el cuento-, los y las cuentistas del volumen tensionan los procederes del género: tiemblan en el límite con la novela, o van decididamente hacia afuera, explorando cruces con la enciclopedia, el diccionario, la fábula o el discurso de la historia. El tiempo de esta seleccion no se corresponde entonces con un bloque o tendencia definida o definitiva, sino con las puntas de un entramado que comienza a deshilacharse: es el tiempo posterior al espejismo de una generacion. Estos escritores, por decepcion o por tension o por hartazgo, son la muestra de un tiempo de desintegraciones.