Visto desde la perspectiva de un lector adulto, este primer libro de poemas de Paz Busquet parece estar tocado por los temas de la sexualidad femenina, la violencia, la vida rural, y los recuerdos de infancia. El libro, sin embargo, trabaja más bien con el olvido y construye su mundo a partir de él. En Crudas, la infancia no es un espacio que se visita libremente a través de la memoria; antes bien, es el proceso mismo de recuperar, a tientas y a través del lenguaje, esa visión primaria y sensorial del primer mundo que habitamos. Así, Crudas entra directamente, evadiendo las definiciones conceptuales, en el ámbito de la pura sensación infanto-juvenil, en el que la muerte, la dicha y el dolor suceden de forma simultánea y sin explicaciones.