Maya está hundida en esa conflagración devastadora, e inevitable, que conocemos como adolescencia. En su mundo hay un agotador despliegue de recursos en busca de una personalidad; hay presión por sobresalir; hay un ejercicio de la sexualidad como ansia, desencanto e impedimento; hay amistad y familia, hay hallazgo. Pero en un punto este relato se distancia del Bildungsroman y reclama un régimen de lectura diferente: novela de aprendizaje, sí; pero más allá, novela sobre el padecimiento psíquico, o sobre el deseo indómito de no sumirse en la cordura. Novela sobre la experiencia de la edad descoyuntada, sobre el derrumbe del ser entre la infancia y la adultez; pero también sobre la dificultad ontológica de hacerse una con el mundo. La psicosis –bien o mal diagnosticada– y la adolescencia –como máscara o patología– son campos simbólicos siempre escurridizos, en un punto inasequibles. Sin embargo, Marina Do Pico logra para su protagonista una codificación propicia: una polifonía enrarecida que cautiva al lector, lo arrebata y lo lleva desde la pubertad de Maya hasta su primera juventud. Ese es el arco que propone Cerca de la savia, y al recorrerlo se desborda hacia nuevos territorios, va fundando enclaves narrativos a fuerza de indagación lingüística y sensibilidad ante la experiencia. El resultado de estas exploraciones, de esas conquistas, es una obra sorprendente y sutil, voraz, de apetitos omnímodos, y delicada.