La vieja de Hernán estaba sentada en un banquito y el cuerpo hacía equilibrio en el aire. Parecía que se había quedado dormida. En esa misma mesa, Hernán tenía abierta su computadora portátil. La televisión estaba encendida y Hernán se apuró para ver el resultado que estaba sobreimpreso en la pantalla de un partido de tenis. Supe que eran dos españoles porque vi las banderas en la gráfica.
-Es por la segunda ronda del Roland Garros. Ramos Viñolas está dos sets arriba contra Alcaraz. Un batacazo -me aclaró Hernán. Ya no parecía preocupado por la muerte de la madre. Se dio cuenta enseguida de que el comentario era desubicado, aunque a mí no me sorprendía.