1 cuota de $24.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $24.000 |
3 cuotas de $8.630,40 | Total $25.891,20 | |
6 cuotas de $4.643,20 | Total $27.859,20 | |
9 cuotas de $3.329,33 | Total $29.964 | |
12 cuotas de $2.684,40 | Total $32.212,80 | |
18 cuotas de $3.152 | Total $56.736 |
6 cuotas de $5.448,80 | Total $32.692,80 | |
12 cuotas de $3.622 | Total $43.464 |
1 cuota de $24.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $24.000 |
Los verdaderos libros parecen estar fuera del tiempo, más allá de las modas y nuestra acotada experiencia. Diego Muzzio nos presenta en El ojo de Goliat, su primera novela, una historia que transcurre a principios del siglo pasado, y donde la Argentina es nada más que una vaga referencia, pero que sentimos como propia a fuerza de calidad literaria.
A Edward Pierce, psiquiatra inglés, le piden que trate el caso de David Bradley, un ingeniero de la compañía Northern Lighthouse que ha enloquecido mientras inspeccionaba un faro situado en un islote sobre el Atlántico Sur. Quien le encarga el trabajo es un pariente lejano de Robert Louis Stevenson, el creador del doctor Jekyll y el señor Hyde.
Este punto de partida no es casual: la novela tematizará la relación de los hombres con sus dobles y los puntos de contacto entre presuntos polos opuestos: el bien y el mal, la cordura y la alienación.
Un personaje escribe su diario a medida que pierde la razón, el lenguaje lo abandona y, en las páginas crecen los espacios vacíos y las palabras ilegibles. Otro estudia a sus pacientes (un caníbal, un resucitado, un místico) y redacta un ensayo clínico que roza lo monstruoso. En esos textos que hacen avanzar la trama ya podemos intuir el juego: la psiquiatría como dispositivo de poder y control disciplinario, pero también como una rama de la literatura fantástica.
Muzzio (que ya nos había deslumbrado con las nouvelles góticas de Las esferas invisibles, y los cuentos mucho más contemporáneos de Doscientos canguros) ha escrito esta novela fascinante, delicada y poderosa a la vez, sobre el inestable equilibrio en el que se asientan nuestras propias vidas.
Luciano Lamberti