Una sala en un hospital público de la Inglaterra de los años sesenta. Un grupo integrado por un obrero, un publicitario, un marginal, un comerciante santurrón y agorero y un adolescente que conviven en un lugar donde acaba de llegar un italiano al que le han amputado la mano y que ignora el idioma inglés. Pero esa paz insidiosa y frágil se altera definitivamente por el ingreso al hospital de un delincuente que debe ser operado y que está preso por haber matado a un policía.
Las horas muertas de los internados convocan discusiones, recuerdos traumáticos en los que el reciente final de la Segunda Guerra juega un papel central, y hasta alguna pelea a los golpes. Con este universo cerrado,representativo de una sociedad en la que conviven la hipocresía y el disconformismo, la crisis de valores y las esperanzas de un país mejor, Berger construye en El pie de Clive una novela compleja, poderosa, que se resiste a la tentación de los simbolismos fáciles y en la que pueden leerse pasajes de un raro lirismo que anticipan sus obras posteriores.
Marcos Mayer