En sus cuadernos, Gustavo Fontán desarrolla los vínculos posibles entre el cine y la escritura, fundamentalmente la poesía, como si se tratara de una continuación del papel hacia la lente. Como si no fuera viable el cine sin ese movimiento. A través de la escritura, indaga sobre la mirada y la experiencia; despliega una reflexión que es siempre lateral: una forma de acceso indirecto hacia la interioridad del material que rodea y permite la construcción de preguntas que otorgan sustancia a una película. Escritura como pasaje a los efectos de la luz, escritura que abre el singular universo del cine de Fontán.
104 páginas, 12x20 cm, interior en papel bookcel y tapa en Nettuno 280g. Encuadernación artesanal de @libros.dieriesis