En esta segunda entrega, el horror se expande más allá de los límites del pueblo
de Reyes, y Olivia no será la única que padecerá las consecuencias. La ciénaga
impone su influjo. Desde ese barro, en otra piel, Gómez retorna para consolidar su
imperio de terror. La pesadilla irrumpe, nítida como experiencias vitales.
Espectros, ritos ancestrales, nuevos milagros, encuentros cara a cara con la más
diabólica de las cabras. Las tres manifestaciones del demonio esta vez nos serán
reveladas con sus nombres. Qué pueden tener en común una cueva de
Antioquía, un monasterio alemán del siglo XI y un departamento de San Telmo
convertido en infierno de hielo?
La escritura de Forcinito vuelve a deslumbrarnos. Narrada con una impronta
fuertemente cinematográfica, pocas experiencias de lectura resultarán tan vívidas
y escalofriantes como esta extraordinaria secuela de La misa de los suicidas.
En la sombra de dios, a la noche, todavía late el corazón del diablo.