Lejos en el tiempo y el espacio de los alborotados teatros de la Inglaterra isabelina, esta reescritura de Eduardo II le da nueva vida a la trágica historia de un rey condenado a la desdicha por su incontenible amor por otro hombre, su mejor amigo y amante. Esta recreación del texto de Christopher Marlowe lo lleva al vivo dialecto rioplatense y lo enriquece con fragmentos de la obra de William Shakespeare y John Webster, además de incorporar aportes originales. La obra resultante se vale del pasado para hablar de los movimientos reaccionarios y violentos de nuestra realidad política y social actual. Como la obra original del siglo xvi, escrita en tiempos de persecuciones políticas y religiosas; como la versión de Bertolt Brecht, estrenada al año siguiente del inicialmente fallido golpe de estado de Hitler; como la versión cinematográfica de Derek Jarman, dirigida contra el gobierno y las ideas de Margaret Thatcher, la versión escrita por Carlos Gamerro con la colaboración de Alejandro Tantanian encuentra fatalmente su razón de ser en los tiempos más hostiles, que parecen serle connaturales.