«No hay modernidad sin juego ni violencia. Toda la obra de
Walter Benjamin es el desarrollo de este enunciado, que
está lleno de pliegues y de huellas, de repeticiones, de
vueltas y, con ellos, revueltas.
En este libro de Raúl Antelo, lo “trans” se subleva a la
actividad de ver, actuando más allá y más acá de la visión y
de su legibilidad. La unión entre el prefijo “trans” y lo
“visual” es capaz de considerar que la poesía, los museos,
los archivos y los estudios literarios son modos de
intensificar un sentimiento de crisis y síntomas que los
críticos sitúan en las obras artísticas.
Aquí, situar no es más que leer in situ. Antelo intensifica lo
que Werner Hamacher lee en el propio “movimiento del
hablar mismo de la filología”, que siempre encuentra algo
más para añadir tanto a lo particular como a lo general».
Eduardo Jorge de Oliveira