"Estos poemas se sienten con intensidad, se expresan con moderación y resultan difíciles de olvidar".
Margaret Atwood
El primer libro de la estadounidense Marie Howe fue elegido por Margaret Atwood para integrar The National Poetry Series a fines de los '80. Sin em bargo, no cabe hablar de un debut promisorio porque El buen ladrón, más que prometer, cumple. Sorprende con escenas que en muchos casos pa recen mínimas y van adquiriendo profundidad hasta desnudar aspectos muy intimos. Una charla durante el desayuno puede traer una revelación, la memoria de los muertos puede colarse en la rutina y también una tera pia para tratar adicciones puede relacionarse con el fin del diluvio univer sal. A través de distintas voces, surgen asuntos vitales de pequeños ritos cotidianos y, a la vez, se les da actualidad y humanidad a grandes figuras de la tradición, mayormente tomadas de la Biblia (María, Isaac, el buen ladrón crucificado junto a Jesús). Howe logra un sutil contrabando entre simbolos complejos, sucesos atemporales, bordes oníricos (el gusto agrio de un pezón como antesala de la muerte) y hechos corrientes, domésti cos, familiares (sábanas que se secan al sol, una planta que florece). Se detiene en torno a instantes que pueden suponer cambios significativos a nivel personal, como el momento en que un coche está por dar un trom po, para citar el primer texto del libro. Estos poemas vienen a recordarnos que un gato que no levanta la vista del t"Estos poemas se sienten con intensidad, se expresan con moderación y resultan difíciles de olvidar".
Margaret Atwood
El primer libro de la estadounidense Marie Howe fue elegido por Margaret Atwood para integrar The National Poetry Series a fines de los '80. Sin em bargo, no cabe hablar de un debut promisorio porque El buen ladrón, más que prometer, cumple. Sorprende con escenas que en muchos casos pa recen mínimas y van adquiriendo profundidad hasta desnudar aspectos muy intimos. Una charla durante el desayuno puede traer una revelación, la memoria de los muertos puede colarse en la rutina y también una tera pia para tratar adicciones puede relacionarse con el fin del diluvio univer sal. A través de distintas voces, surgen asuntos vitales de pequeños ritos cotidianos y, a la vez, se les da actualidad y humanidad a grandes figuras de la tradición, mayormente tomadas de la Biblia (María, Isaac, el buen ladrón crucificado junto a Jesús). Howe logra un sutil contrabando entre simbolos complejos, sucesos atemporales, bordes oníricos (el gusto agrio de un pezón como antesala de la muerte) y hechos corrientes, domésti cos, familiares (sábanas que se secan al sol, una planta que florece). Se detiene en torno a instantes que pueden suponer cambios significativos a nivel personal, como el momento en que un coche está por dar un trom po, para citar el primer texto del libro. Estos poemas vienen a recordarnos que un gato que no levanta la vista del tarro de comida a veces resulta tan impactante como un padre dispuesto a sacrificar a su hijo.
Salvador Biedma