Un hombre viaja a México para encontrarse con su novia finlandesa y decidir el futuro de la relación. Una vez allí, la mujer se enferma. Durante esos tres días de encierro, mientras ella intenta reponerse en la cama de la habitación del hotel, él comienza otro viaje: un viaje obsesivo hacia su propio interior. Bebe ron sin hielo en el balcón que da a la plaza, observa los movimientos de dos niños zapotecas y, en breves excursiones en busca de medicinas o alimentos, aprovecha para recorrer la ciudad dejándose llevar por el azar de los encuentros. Sin embargo, parece no poder salirse nunca de sí mismo.
Con el correr de las horas, de los días, el amor y el deseo que lo llevaron hasta México van mutando en indiferencia distraída, lástima y aun hastío. ¿Qué hará cuando ella mejore? ¿Qué abismos se esconden entre el decir, el hacer y el pensar? En la encrucijada de la madurez y la soledad, la pregunta, que ni siquiera se formula, no es inocente: encierra tal vez la cifra de su futuro y hasta de su identidad.
Con estilo impecable y ritmo de policial, Federico Jeanmaire ha escrito una novela inquietante y enigmática en su aparente simplicidad. Vida interior obtuvo el Premio Emecé 2008, que le otorgó unánimemente el jurado formado por Ana María Shua, Rodolfo Rabanal y Pablo De Santis.