La Escuelita, un relato que nos emociona, nos avergüenza, nos hace admirar a todos aquellos que mantuvieron su dignidad ante las humillaciones más perversas de nuestra vida como Nación. Una lectura para construir un futuro.
El relato de Alicia Partnoy va a quedar para siempre. Gracias, Alicia. Para que aprendamos definitivamente. La Escuelita, convertida en una universidad para que aprendamos a no permitir nunca más ni dictaduras militares ni cívico-militares ni civiles, ni la picana eléctrica ni el balazo preventivo. El “nunca más” debe estar en el vocabulario del docente, de los padres, de las madres argentinas. Vocabulario para siempre en la historia argentina futura.”