1 cuota de $23.900 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $23.900 |
3 cuotas de $8.594,44 | Total $25.783,32 | |
6 cuotas de $4.623,85 | Total $27.743,12 | |
9 cuotas de $3.315,46 | Total $29.839,15 | |
12 cuotas de $2.673,22 | Total $32.078,58 | |
18 cuotas de $3.138,87 | Total $56.499,60 |
6 cuotas de $5.426,10 | Total $32.556,58 | |
12 cuotas de $3.606,91 | Total $43.282,90 |
1 cuota de $23.900 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $23.900 |
Una voz apabullante desde el trauma, la realidad y el deseo.
Una mujer despierta en un auto volcado en plena avenida nocturna. Hay humo y olor a nafta. Apenas siente sus piernas, el alumbrado público que entra desde afuera y los vidrios incrustados en su espalda. Descubre que ella es la conductora y, al instante, oye una voz dulce y delicada que la nombra.
En el asiento de atrás viajan también una joven de quince años y un perro. La mujer no recuerda quiénes son, ni qué están haciendo ahí. Lo único certero es que están vivos.
La historia comienza cuando volvemos al pasado, ahí donde la narradora, Paulina, todavía está ilesa. Se separa de su pareja y emprende un viaje en su Peugeot 307 hacia la costa sur con Maite, su compañera de oficina, y con Gallardo, su perro.
Una novela perturbadora, envolvente y esperanzada. Un libro que asalta al lector con la inusitada fuerza de su prosa, sencilla y directa solo en apariencia. Una narración que nos habla de traumas, realidades y deseos.
«La de Camila Fabbri es una prosa que parece llegada del espacio exterior. Su voz no admite ninguna domesticación y resplandece como una pieza única» (Leila Guerriero).
«Una observadora minuciosa pero para nada pasiva: no renuncia al sueño de que las palabras hagan algo, modifiquen algo, tengan efectos concretos del otro lado del libro. Es impresionante su capacidad para mantener en el aire las ilusiones de sus personajes desesperados» (Alejandro Zambra).
«Hace mucho tiempo que no encuentro a alguien o algo así y va a pasar mucho tiempo hasta que vuelva a encontrar algo o a alguien como Camila Fabbri. No salgo de mi asombro. No quiero salir. Ahora, atrévanse a entrar ustedes» (Rodrigo Fresán).