En un paisaje devastado por la guerra, una joven iraquí se descubre embarazada de un hombre
ausente. Es su secreto; cuando deje de serlo, su vida ya no tendrá valor para el entorno familiar.
Basta con un retrato breve de sus parientes para detectar un nudo de tradiciones simples que
seguramente producirá el femicidio.
Como sucede en la tragedia clásica, la esencia nunca está en la historia que se nos cuenta. Lo
trágico es la situación de los personajes: ninguno de ellos tiene recursos para oponerse a su
destino, ninguno puede evitar cumplir su rol. Todos sufren la violencia que les toca.
La voz que narra los hechos solo puede hablar con quienes leemos; el relato nace de la soledad
completa en que ha quedado esa voz. En este ámbito ensombrecido por la clausura y la guerra
persiste la voz débil, ya desprendida de sí, tanteando la posibilidad de resistir mediante el relato.
Las músicas antiguas del río y del mito la acompañan.
Emilienne Malfatto recibió por esta obra el Prix Goncourt du Premier Roman 2021. Su novela
trabaja hechos crudos sobre una armonía poética de sencillez y profundidad admirable.