Lejana escribió sobre el libro:
"La Luna del “Vasto Mundo” de la Flora Márquez viene a ser algo así como el Carl Sagan de un recorrido por la inmensidad y variedad de la Tierra que habitamos. Desconocemos la clase de brujería, o los sofisticados métodos de espionaje ruso que utiliza la Luna, la narradora principal de este cómic, para stalkear, no sólo a cada vida diminuta del planeta, sino además sus pensamientos, sus emociones, y sus sueños. Desde los planteos existenciales de unos microorganismos de baba de un perro, pasando por la angustia oral de una hormiga, hasta la materialización monstruosa de las peores emociones que conviven con las personas, el “Vasto Mundo” no se pierde detalle y reflexiona sobre la diversidad del planeta, desbordante de vida y de muerte, porque -como dice Ariadna, la hormiga-: “si lo piensan, nada nunca termina del todo”."