Cerré de nuevo, oscuridad sin fin,
aunque un círculo gira, hecho de guardas
coloridas y puedo darle un nombre
último que encierra el futuro: goce.
Racimo
El dato de estar vivo no se escribe
como para atraer a algunos pájaros
con el pellejo de uvas luminosas
pero no llenas de jugo, pintadas
por una mano adicta a los colores.
Tampoco un verso pinta ni dibuja
y acaso escuche ahora su martillo
como quien rompe una materia densa,
la desmenuza y sólo quedan migas
mientras el pensamiento hace sus frases
con palabras y letras. Se acumulan
restos de una mañana que no vuelve.