Hay dos tipos de escrituras: las que se leen y las que se viven. En un radio de diez cuadras, Flor Monfort arma una adolescencia llena de inmoralidad y aroma a borsch recie.n hecho. De repente en una frase ocurren prodigios gramaticales inesperados, casi li.ricos; de repente aparecen palabrasqueyanoseusanyellalasreinventa. LasRusassonlasmujeresdelafamilia, sonlas que niegan todo. L a de este libro es una literatura del detalle pero, mucho ma.s que un plano detalle del cine, es toda una sema.ntica cinematogra.fica vuelta literatura. (Ariana Harwicz)