Nuestro presente está asentado en la desigualdad, en el desquilibrio entre los de arriba y los de abajo, y así lo confirma la historia del hombre. En Mujeres, raza y clase, Angela Davis, mujer, negra y militante, señala los antagonismos esenciales durante las transformaciones sociales más relevantes acaecidas en Estados Unidos desde principios del siglo XIX: el sistema esclavista y el movimiento abolicionista, los linchamientos a las mujeres y los colectivos que reinvindicaban el sufragio femenino...
Pero esta obra, referente del pensamiento emancipatorio, no es meramente un ajuste de cuentas con el pasado: también proyecta una mirada al futuro. En este recorrido de luchas que traza Angela Davis, se muestra el contexto material y simbólico en el que éstas se plasmaron, la fuerza de la organización colectiva frente a las fuerzas de poder y explotación dominantes, y frente a la reproducción de las mismas en torno a la diferencia. Porque sólo mediante el conocimiento de la desigual disposición de las fuerzas en liza, y del trayecto que han seguido nuestras sociedades hasta el presente, podremos revertir colectivamente la situación y transformar la realidad.
Una reconstrucción como ésta brinda un análisis riguroso y esclarecedor no sólo para denunciar las situaciones de injusticia, sino para explicitar las estrategias de lucha y los problemas de composición de las diferencias que hoy en día, siguen desgarrando los movimientos políticos.