1 cuota de $13.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $13.000 |
3 cuotas de $4.674,80 | Total $14.024,40 | |
6 cuotas de $2.515,07 | Total $15.090,40 | |
9 cuotas de $1.803,39 | Total $16.230,50 | |
12 cuotas de $1.454,05 | Total $17.448,60 | |
18 cuotas de $1.707,33 | Total $30.732 |
6 cuotas de $2.951,43 | Total $17.708,60 | |
12 cuotas de $1.961,92 | Total $23.543 |
1 cuota de $13.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $13.000 |
La mirada de la infancia tiene los ojos limpios, vive en el umbral donde podríamos no tener palabras. En ese espacio de silencio, en el ashram, en el templo, en el giro hacia dentro, Dannae escribe estos poemas, para animarse a no saber, para entonces entrar al lugar de lo cierto.
A veces tampoco hay imagen: a la rosa que vemos no le sacamos una foto, es otra cosa.
Nos recuerda al Kybalion: como es adentro es afuera.
El mundo que era lejano ahora se acerca. Se revela. Ofrenda, templanza, quietud, luz y ojos cerrados para abrir. En este libro las hojas del árbol son campanas de plata. Se escribe para abrir la boca y que el mundo entre, en el gesto genuino del asombro.
Asombro: salir de la sombra: aprender a cuidar las rosas y aprender a mirar bestialmente como los ciervos. Acercar el cielo, traerlo a la tierra, animarse a mirarlo, admirar la belleza que no se ve. Ser esa niña, darle la bienvenida.
Natalia Romero