Isabel y Juana guardan un secreto.
Con el correr de los meses, el secreto se abulta como un gran fardo de paja lleno de agujas. Deja marcas, algunas imposibles de esconder. Aunque no se diga en voz alta, aturde.
El secreto, también, se transforma en un fantasma y aparece de formas inesperadas: en el reflejo de un vidrio, en la oscuridad de la noche. Puede ser una sombra, una voz, quizás un presentimiento.
Isabel y Juana viven con sus padres en una granja de pocos metros cuadrados, a dos horas a pie de un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Todo funciona igual desde que tienen memoria, todo está perfectamente calculado. Excepto el secreto.
Esta es la historia de dos hermanas que viven en un mundo donde los límites de la humanidad se desvanecen y donde el precio del desamparo puede ser muy caro.
“En esta novela, Lucía Osorio alude al vórtice de los vínculos, ese torbellino inaudito cuya cifra, la mayoría de las veces, es el desencuentro. Lo hace con una prosa ágil de extrema y engañosa transparencia y un trabajo escrupuloso con el detalle. El texto brilla siempre: cada oración se tensa con un delicado lirismo”.