PELISSIER, MARCELO - Pequeño catálogo de anomalías

Descripción

Este primer conjunto de cuentos de Marcelo Pelissier demuestra que la definición más clásica del género es también la más adictiva: una estructura ajustada con un núcleo turbio se tensa hasta una resolución atronadora. Tenemos algo pulido que tiene un hueco.
Rodeadas de elementos cotidianos, hay dos anomalías recurrentes: los seres u objetos extraños, de origen indecible y con una capacidad destructiva tan potente como caprichosa; y los narradores, que tienden a lo metódico, lo clasificatorio y por momentos a lo morboso hasta la aberración.
Este catálogo resume además una derrota contemporánea: las manchas vivas, los mensajes cifrados, los personajes deformes con poderes crueles, las copias zombis de humanos vivos que deambulan por Palermo y todo el espectro de criaturas que forman esta realidad alterada, extendida —a fin de cuentas, política— demuestran que “los fracasos son un registro periódico de la vida”.
Así, el hueco crece a través de historias punzantes y bien definidas, como pequeños mitos aferrados a imágenes que una vez leídas ya no se van: tienen una especie de brillo negro que atrapa alguna zona de la percepción que no sabremos nunca si es nuestra o viene de la noche de los tiempos.

Mariana Lerner

Sobre el autor

Marcelo Pelissier (Buenos Aires, 1956). 

Es artista visual, curador independiente y coordinador de clínicas de arte contemporáneo. 

Se formó como escritor en los talleres de Liliana Heker y Vera Giaconi. Realizó supervisión de textos en forma individual con Eduardo Berti y Alejandra Laurencich. Cursó seminarios con Federico Falco, Martín Kohan y Guillermo Martínez. En el año 2007 su cuento breve “El lago” integró la edición de la Segunda Antología de Cuento del Grupo Ediciones del Árbol. En 2016, otro de sus cuentos, “Una estética del fragmento”, quedó seleccionado en el Premio Itaú e integró la antología de ese año, con un jurado integrado por Inés Garland, Sergio Bizzio y Susana Gertopán.

Pequeño catálogo de anomalías es su primer libro de cuentos.

“Mientras ella nada yo no puedo dejar de pensar en las profundidades que se abisman debajo de su cuerpo, siempre tuve miedo de que esa inmensidad de la que salió todo lo que camina o se arrastra sobre la tierra, un día, como una madre devoradora, comience a reclamar a sus criaturas y las lleve de nuevo a su seno oscuro”.