Lo agrario es un asunto indispensable para la vida humana y nunca figura en la agenda política. Tierra, suelo, alimento, agua, aire, todo nace o viene de ahí. Pedro Peretti realiza un profundo diagnóstico de la situación agropecuaria y brinda un programa con 45 propuestas para lograr un país con mayor ocupación, respeto por el medioambiente y el eje puesto en la vida y no en los negocios.
Somos un país agrario sin debate agropecuario. La derecha lo secuestró y el campo nacional y popular se desentendió completamente del tema, es decir, de la forma en que se produce, distribuye y exporta lo que comemos.
A partir de los 90, la Argentina cambió su modelo agrario de chacra mixta por el de monocultivo sojero con concentración de tierras y rentas.
La Argentina democrática se debe un debate serio sobre el tema, que exceda la cuestión impositiva. Hay que debatir el uso y tenencia de la tierra y qué tipo de agricultura necesitamos para poner el puchero en la mesa de todos los argentinos: una agricultura democrática, desmonopolizada, sustentable y de rostro humano, o una agricultura buitre, concentrada, de volumen, sin productores e integrada verticalmente. Esa es la madre de todas las batallas: quién, cómo y dónde producirá los alimentos que consumimos. Y es la sociedad la que debe poner en agenda esas preocupaciones para que la política las tome.