Este libro es una verdadera caja de sorpresas. Al abrirla, tal vez nos asalte el exótico aroma de un curru de Madrás. O de un bizcochuelo recién horneado, Pero más determinante, más íntimo y profundo será el asalto a nuestra sensibilidad. Casa receta viene con su historia. O cada historia con su receta. La voz que narra se vuelve de pronto entrañable. Hipnotizado por su gracia, uno la sigue a donde ella quiera llevarnos. Tanto da si se trata de un hambriento perro cordobés, de un rulero olvidado en el pelo de una vecina o de la venganza de un carnicero rencoroso. En estas historias, sabrosas y genuinas hasta el caracú, el mundo cotidiano adquiere un encanto y una sugestión inesperados. Ana Pomar conoce la importancia de nutrir, de preparar un plato especial como una forma del cariño. Y cuando amasa juntos la mirada impertinente de la infancia, la agudeza en la reflexión y su natural don para contar... la receta resulta diliciosa.