Este es el segundo libro de Ana Pomar. Así como en Sabores de la memoria, se funden aquí los recuerdos, los sentimientos, las nostalgias con los aromas, los sabores, las recetas familiares. Desde aquel momento inefable en que el bebé pasa de la teta a la mamadera y después a la papilla, cada nuevo sabor incorporado es un peldaño más en el camino de nuestra experiencia. La vida toda -desde una infancia feliz, hasta momentos iluminados por la emoción o la gracia- es el territorio fértil de estas historias.
Si nos reímos a carcajadas, sonreímos o nos ponemos tristes al leer estas páginas, es sobre todo porque quien las hace vivir es una Sherezade. Una voz literaria que con elegancia y sencillez nos envuelve y nos endulza con su hilo de almíbar. Es Ana Pomar transformando sus experiencias y sus recetas personales en páginas que se siguen saboreando mucho después de haberlas leído.