Pocos autores en la literatura argentina narran en el intersticio de la ficción especulativa y el ensayo, entre el relato y la estética. Luis Sagasti es un lector voraz y tiene un oído sofisticado sin solemnidades ni gritos, hábil para encontrar los hilos que unen secretamente a John Cage, los Beatles, Picasso, Ariana Harwicz y César Aira.
Cybertlön es un lúcido ensayo sobre el estado del arte contemporáneo y la emergencia del «cyberflâneur»: un marinero en tierra que navega por la web y reflexiona sobre los restos de su experiencia. Pero el niño Sagasti aprende a viajar mucho antes, como tantos de su generación, curioseando la masiva y sin pretensiones enciclopedia Lo sé todo de Larousse, un compendio del mundo en doce tomos, sin lógica ni orden claro. De esas primeras lecturas, de su democrática y desprejuiciada atención al mundo, Sagasti construye su propio Aleph.
Edgardo Dieleke