En un bosque crece un cedro. Lo talan y, con la madera, se fabrica el lápiz de esta historia, que irá de mano en mano desde una tienda en Canadá hasta la mesa de un bar en Buenos Aires. En cada sitio encontrará su dueño circunstancial: un prisionero que planea una fuga, un estudiante enamorado, una arquitecta en tránsito, una retratista que trabaja en un hotel. Al fin, empujado por la fuerza de la casualidad o del destino, llegará a las manos de un escritor que nos cuenta este misterioso y en apariencia fortuito recorrido: nada más –y nada menos– que la vida de un lápiz.