Gabriel, el narrador de esta excepcional primera novela, vuelve a la casa de su infancia tras la muerte de su padre para vaciarla y prepararla para la venta. Pero durante esos días y esas noches en que explora los cuartos vacíos y los restos de una vida familiar su cuerpo empieza a desmoronarse. En medio de todo esto lee los cuentos de su exnovia publicados por una reconocida revista, evita los mails de su agente reclamándole un libro, ordena los papeles y archivos de su padre, guionista de televisión, y de su madre, una escritora que ahora vive en un asilo. Además fuma marihuana, se emborracha, toma ansiolíticos y tiene visiones mientras intenta hacer pie, reconstruir la historia familiar y, sobre todo, la de su propia tristeza.
Smith escribe sobre la confusión, la ternura, el desamor y el malestar contemporáneo con humor e inteligencia. Brat, una novela divertida, formalmente innovadora y emotiva, evita todo tipo de clichés.