La insomne señora Hawkins, alter ego de Muriel Spark en esta novela, es una chica rellenita que trabaja como editora y vive en una pensión de Kensington. Intenta conciliar el sueño en su cuarto del altillo cuando oye el grito desesperado de la costurera polaca del primer piso, víctima de chantaje. Wanda Podolak recibe cartas anónimas que la acusan de no pagar los impuestos por sus ingresos miserables y teme que la deporten. Los kilos de más invitan a las confesiones, y convierten a la señora Hawkins en la detective perfecta para resolver el misterio. El alcance y el vuelo de sus intuiciones se adaptan, con rigor característico, a la agudeza y el poder de observación de Muriel Spark, quien puede hacer con ellos una guía indispensable para novelistas de todas las edades. Además, mientras investiga, la señora Hawkins da consejos simples e infalibles que se ofrecen “gratis con el costo del libro”, como ella misma aclara.
Con gracia paradójica, la novela de Muriel Spark afina y condensa la diferencia entre géneros tan disímiles como el thriller y los manuales de autoayuda y se anticipa además a las previsiones en temas relacionados con el placer de la lectura. Satisface todas las expectativas porque contiene las claves para vencer el insomnio, para adelgazar, para tener fuerza de voluntad, para concentrarse y escribir una novela y para tratar con maridos. El éxito queda garantizado.