Histéresis y sus poemas con sus buenos recursos de la repetición en el ritmo, en el sentido, en los sonidos y en el silencio suspende las referencias, atrae con delicadeza y lirismo los detalles, los estremecimientos por medio del lenguaje, y describe los hechos sin buscar las razones porque ya no importan las razones: “tus latidos alejándose/ uno del otro/ como el fundido final de una buena canción”. Entonces, vuelve la tensión entre las emociones, las imágenes y las sensaciones que la palabra poética trata de asir con desesperación y voluntad; sin deseo de narrar. Es aquello único que, como el rito arcaico del duelo por lo pasado, de pronto acontece, nunca se termina y nunca se va.