Twain dejó escrito: «El producto más franco, más libre y más privado de la mente y del corazón humano es una carta de amor». Este epistolario inédito hasta ahora en español (que abarca desde el noviazgo de la pareja en 1867 hasta la muerte de Olivia «Livy» Langdon en 1904) revela no sólo la íntima parcela sentimental del genial escritor estadounidense, sino también el aspecto profesional de su carrera. En muchas de las cartas aparece el espíritu filantrópico del novelista, su sentido de la solidaridad y su hondo desasosiego por el ser humano. Pero, sobre todo, como bien señala Rubén Pujante Corbalán en su postfacio, la utilización maestra del humor es «el matiz que fluctúa en la correspondencia como testimonio de un estilo personal. Son las anotaciones humorísticas, los pequeños comentarios jocosos, los chistes y anécdotas graciosas los que amenizan la lectura de las cartas y despiertan la sonrisa y la carcajada complaciente del lector».
Cabe leer pues esta correspondencia como una radiografía de la vida de Twain, quien escribió en el prefacio a su autobiografía: «Me ha parecido que podía ser tan franco, libre y desinhibido como una carta de amor si supiera que lo que estaba escribiendo no iba a ser expuesto a ojo humano alguno hasta que yo estuviera muerto, ignorante de todo e indiferente».
«Buenas noches, Livy. Me alegra haberte pedido que guardes este absurdo y largo escrito para ti, mi amor. Escribirlo ha sido para mí mejor que la medicina…
Mark Twain, seudónimo de Samuel Langhorne Clemens, nació el 30 de noviembre de 1835 en Florida (Missouri). En 1851 publicó notas en el periódico de su hermano, el Hannibal Journal. Fue piloto de un barco de vapor por el río Mississippi. En 1861, se alistó en el ejército Confederado. Fue periodista en el Territorial Enterprise de Virginia City y, en 1863, empezó a firmar sus artículos con el seudónimo Mark Twain, una expresión utilizada en el río Mississippi que significa dos brazas de profundidad (el calado mínimo necesario para la buena navegación). En 1865 escribe la historia que escuchó en las minas de oro de California: «La célebre rana saltarina del condado de las Calaveras», y logró una enorme fama en todo el país. En 1870 contrajo matrimonio con Olivia Langdon y se estableció en Hartford (Connecticut). Escribe Tom Sawyer (1876), que describe la infancia en un pueblo a orillas del Mississippi, El Príncipe y el Mendigo (1882), Un yanqui en la corte del Rey Arturo (1889), Las aventuras de Huckelberry Finn (1884), considerada la obra maestra de Twain. En 1884 crea la editora Charles L. Webster and Company, pero la inversión en una imprenta automática le endeudó, por lo que tuvo que dar una gira de conferencias por todo el mundo para obtener fondos. En las décadas 1890 y 1900 sus escritos exponen amargura y un creciente pesimismo causados por el fracaso de sus negocios y la muerte de su mujer y dos de sus hijas. Escribe Wilson (1894), novela sobre un asesinato con trasfondo racista, y Recuerdos personales de Juana de Arco (1896), biografía sentimental. Recibió el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford en 1907. Falleció el 21 de abril de 1910
ISBN: 978-84-939045-7-9
384 páginas
Cartoné
Tamaño: 16 x 22 cm.