El 28 de julio de 1851, Sophia, la mujer de Nathaniel Hawthorne, acompañada de sus hijas Una y Rose, dejó la casa en que vivían en la zona occidental de Massachusetts para ir a visitar a sus familiares en los alrededores de Boston. Tras ellas quedaron en el hogar Nathaniel Hawthorne y su hijo Julian, de cinco años. Cómo se las arreglaron el padre y el pequeño en las tres semanas siguientes es el tema de este tierno y divertido extracto de los cuadernos de notas de Hawthorne. «A eso de las seis de la mañana, miré por encima del borde de mi cama y vi que Julian estaba despierto y tenía los ojos fijos en mí.» Cada día comienza temprano y discurre en gran parte nadando y brincando de piedra en piedra, recogiendo frutas silvestres y combatiendo ejércitos de cardos. Hay montones de preguntas («Parece realmente que me esté acosando con más preguntas, alusiones y observaciones de cuantas cabe esperar que otro padre mortal pueda soportar en toda su vida»), una visita a una comunidad shaker, crisis domésticas relacionadas con un conejo-mascota, y algunos dolorosos momentos de soledad («Lo envié a la cama a eso de las nueve, y eché de menos a Phoebe» ). Y cierta tarde incluso se presenta Herman Melville para pasar una larga velada discutiendo sobre la eternidad entre el humo de los cigarros.
Con una introducción de Paul Auster, que ofrece un bello cuadro, observador e íntimo, del hogar de los Hawthorne, esta espléndida aunque poco conocida narración de un gran escritor americano emerge de la oscuridad para proyectar una grata y reveladora luz sobre la vida de una familia.
«Hasta Mark Twain, tan sólo Nathaniel Hawthorne, en la literatura americana, imaginó niños. Esta pequeña narración es una clara evidencia del especial genio de Hawthorne. Y la brillante introducción de Paul Auster nos cuenta cómo este autor extraordinario sabía todo lo que sabía acerca de los niños y, lo que resulta aún más interesante, por qué. Nos muesta a Auster y a Hawthorne en lo mejor de su talento: precisos, sumamente lúcidos y fascinantes en extremo» (Russell Banks).