1 cuota de $51.490 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $51.490 |
3 cuotas de $18.515,80 | Total $55.547,41 | |
6 cuotas de $9.961,60 | Total $59.769,59 | |
9 cuotas de $7.142,81 | Total $64.285,27 | |
12 cuotas de $5.759,16 | Total $69.109,88 | |
18 cuotas de $6.762,35 | Total $121.722,36 |
6 cuotas de $11.689,95 | Total $70.139,68 | |
12 cuotas de $7.770,70 | Total $93.248,39 |
1 cuota de $51.490 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $51.490 |
En estos años de madurez, Virginia logra afianzar su voz de escritora. La muerte de dos de sus grandes amigos y la certeza del paso del tiempo imprimen un sentimiento nostálgico que aparecerá recogido en su novela Los años, publicada en 1937. La certeza de su misión como escritora: «cuando no trabajo, la vida se convierte de repente en algo escaso, mediocre», sirve de impulso a su vitalidad.
Como dijo su sobrina, Virginia fue esencialmente una mujer feliz «que tenía un don para disfrutar y expresar la alegría de la vida».
Pese a sucumbir en ocasiones a lo que Pascal Bruckner llamaba «la melancolía del crepúsculo», en parte por la cercanía de la muerte, Virginia Woolf se mantuvo fiel a su espíritu alegre y vivió un periodo de armonía y paz junto a su marido Leonard.
Y todavía más, porque tuvo tiempo para escribir, editar, viajar y saborear la amistad.